Debelare Abogados lo consigue de nuevo: despido de la trabajadora declarado nulo. La decisión de la empresa de despedirla fue una represalia después de que la trabajadora se atreviese a reivindicar sus derechos. El juzgado condena a la empresa a indemnizarla por vulnerar sus derechos fundamentales.

Debelare Abogados lo consigue de nuevo: despido de la trabajadora declarado nulo. La decisión de la empresa de despedirla fue una represalia después de que la trabajadora se atreviese a reivindicar sus derechos. El juzgado condena a la empresa a indemnizarla por vulnerar sus derechos fundamentales.

Acosada por su jefe
En este caso la empresa permitió que la trabajadora sufriera un verdadero acoso por parte de sus superior jerárquico en el trabajo durante un año entero.
La situación no podía ser peor: el jefe se dirigía a la trabajadora con desdén y desprecio; e incluso llegó a colocarle subrepticiamente cámaras de vigilancia para controlar sus movimientos en todo momento. Por si fuera poco la empresa no parecía percatarse de lo que allí ocurría y permitía que su superior hiciera lo que quisiera...
Como puede imaginarse, la trabajadora estaba desesperada. Sabía que a sus 50 años sería difícil que otra empresa la contratara e intentó a toda costa conservar su empleo. Y sin embargo, llegó un momento en el que no pudo más y decidió asesorarse. Era o eso o dejar su trabajo.
Los abogados laboralistas de Debelare asumen la defensa de los derechos de la trabajadora
En estas circunstancias extremas, los abogados laboralistas de Debelare Abogados asumieron su defensa.
Comenzaron a darse los primeros pasos. Los abogados laboralistas del despacho enseñaron a la trabajadora a defenderse y a luchar por sus derechos.
1ª victoria: jefe acosador expulsado por la empresa
Gracias a esta labor, la empresa finalmente constató que la trabajadora tenía razón y, forzada por la situación, acabó expulsando al superior que tanto daño le había causado.
La empresa no quería a una trabajadora "incómoda": despido fulminante
Parecía que todo había terminado bien; pero la empresa tenía otros planes para la trabajadora. A lo que se ve, no querían en su plantilla a alguien "incómodo" que se atreviese a plantar cara a la empresa. Por eso, cuando recibieron una demanda de la trabajadora en la que reclamaba diferencias salariales y que se le reconociese su categoría real, decidieron despedirla fulminantemente tres días después.

Por supuesto la empresa sabía que el despido de la trabajadora era nulo; que era una venganza por la demanda que la trabajadora había interpuesto. De ahí que intentasen disfrazar el verdadero motivo del despido imputando a la trabajadora unas acusaciones completamente falsas.
2ª victoria: despido declarado NULO e indemnización para la trabajadora
Afortunadamente, la empresa no logró engañar a la juez del Juzgado de lo Social nº 14 de Madrid. El despido fue declarado NULO de pleno derecho por vulneración de los derechos fundamentales de la trabajadora (derecho a no ser despedida por atreverse a ejercer sus derechos, conocido como garantía de indemnidad).
Además el Juzgado condenó a la empresa a pagar a la trabajadora una indemnización adicional por haber atentado contra sus derechos fundamentales.
Desde el despacho damos la enhorabuena a esta valiente trabajadora que no se dejó amedrentar por aquellos que piensan que los derechos fundamentales son un mero papel mojado.
Esperamos que su victoria con este despido nulo sirva para inspirar a otros que piensan que "no se puede hacer nada" en estos casos.
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