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Mi hermana no me deja ver a mis sobrinos ¿tengo algún derecho?

En muchas familias, los lazos entre tíos y sobrinos son especialmente estrechos. Sin embargo, los conflictos familiares pueden romper ese vínculo de forma dolorosa. Es habitual que, tras una discusión o un distanciamiento entre hermanos, uno de ellos impida al otro seguir viendo a los sobrinos.

En España, aunque los tíos no tienen un derecho automático de visitas, la ley contempla la posibilidad de solicitarlo si se demuestra que la relación beneficia al menor.

¿Tu hermana te impide ver a tus sobrinos?

Te orientamos sobre cómo solicitar legalmente un régimen de visitas para mantener el vínculo con tus sobrinos sin generar más conflicto familiar.

La respuesta depende de las circunstancias. El Código Civil no reconoce expresamente un “derecho de visitas” para los tíos, pero sí protege el derecho del menor a mantener relaciones con sus familiares, siempre que sean positivas para su desarrollo.

Por tanto, si un tío o una tía mantiene una relación estable y afectiva con su sobrino, puede solicitar judicialmente un régimen de visitas cuando la familia se lo impide sin motivo justificado.

El objetivo no es imponer la voluntad del adulto, sino preservar el bienestar emocional del menor y su entorno familiar más cercano. En este tipo de procedimientos, los jueces valoran cada caso individualmente, atendiendo siempre al llamado “interés superior del menor”.

El artículo 160 del Código Civil establece que “los hijos menores tienen derecho a relacionarse con sus parientes y allegados”. Esto incluye no solo a los abuelos, sino también a tíos, primos y otros familiares con los que el menor mantenga una relación afectiva importante.

De acuerdo con la jurisprudencia, este derecho pertenece al menor y no a los familiares adultos. Por tanto, lo que se valora no es el deseo del tío o de la tía, sino si el contacto con ellos favorece el desarrollo emocional y social del niño.

Si existe una relación previa sólida y no hay riesgo para el menor, los tribunales pueden autorizar visitas regulares o incluso comunicaciones telefónicas o por videollamada.

Para que un juez conceda un régimen de visitas, deben cumplirse una serie de condiciones que demuestren que la medida es positiva para el menor. Entre los criterios que suelen tenerse en cuenta están:

  • Que haya existido una relación afectiva y constante entre tío o tía y sobrino.
  • Que la conducta del solicitante sea adecuada y no genere conflicto o riesgo.
  • Que los padres o tutores se opongan sin causa justificada.
  • Que el vínculo haya aportado estabilidad emocional al menor.

En función del caso, el tribunal puede establecer visitas presenciales, videollamadas o encuentros supervisados. Si el menor tiene suficiente madurez, también puede ser escuchado por el juez para valorar su opinión.

Si tu hermana o tu hermano te impide el contacto con tus sobrinos, existen vías legales para actuar de forma prudente y ordenada. Los pasos más habituales son los siguientes:

  • Intentar un diálogo o mediación familiar: Antes de acudir a los tribunales, es recomendable buscar un acuerdo que permita retomar la relación sin perjudicar la convivencia familiar.
  • Reunir pruebas del vínculo afectivo:Fotografías, mensajes, vídeos, testigos o incluso informes escolares pueden acreditar la existencia de una relación cercana con los sobrinos.
  • Consultar con un abogado de familia: El profesional valorará si existen motivos suficientes para solicitar judicialmente un régimen de visitas y te orientará sobre la estrategia adecuada.
  • Presentar una demanda civil: Si la mediación no funciona, el abogado puede interponer una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia para que el juez valore la conveniencia de autorizar las visitas.

Todo el proceso se centra en proteger el interés del menor y mantener el equilibrio familiar, no en agravar los conflictos entre adultos.

Los tribunales aplican siempre el principio del interés superior del menor. Esto significa que las decisiones no se toman para satisfacer a los familiares, sino para preservar la estabilidad y el bienestar del niño.

Si el juez considera que el contacto con los tíos aporta afecto, seguridad y continuidad emocional, lo autorizará, incluso aunque exista oposición de los progenitores.

Por el contrario, si existen tensiones intensas, desconfianza o riesgo de que las visitas generen ansiedad en el menor, puede limitar o denegar el régimen de visitas, priorizando su tranquilidad y desarrollo.

Que un familiar impida ver a los sobrinos es una situación difícil, pero la ley ofrece mecanismos para proteger los vínculos afectivos cuando son positivos para los menores. Cada caso requiere un análisis individual, en el que se evalúan tanto las circunstancias familiares como la relación entre tíos y sobrinos.

Si estás pasando por una situación así, conviene buscar asesoramiento legal antes de tomar decisiones precipitadas. Un abogado de familia puede ayudarte a encontrar la vía más adecuada, ya sea mediante mediación o a través de una solicitud judicial, para mantener el contacto con tus sobrinos sin perjudicar su bienestar.

¿No puedes ver a tus sobrinos?

Un abogado de familia puede ayudarte a solicitar visitas legales o mediación familiar, protegiendo siempre el bienestar del menor y tu relación como tío o tía.
Pablo Espinosa
Redactado por Pablo Espinosa
Co-fundador de Debelare Abogados. Abogado civilista, experto en divorcios, herencias, contratos y concurso de persona física.
Fecha de publicación: 10 noviembre 2025
Fecha de actualización: 10 noviembre 2025
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